Sapa se encontraba cerca de la frontera con China, escondida entre montañas y niebla. Carlos, mi compañero de viaje, me estaba esperando como habíamos acordado. Compartimos alojamiento en una habitación doble. Él era un experimentado viajero, un verdadero trotamundos, silencioso y misterioso, a quien llamé Babajicarlos, el Caminante Hombre Tranquilo. Su imagen extravagante y aspecto desaliñado, con el pelo largo hasta la cintura, bigote de punta y pequeños pelos canosos, me hacía pensar en un gurú o una persona que albergaba dentro de sí los secretos de la sabiduría. Lo que sí es cierto es que transmitía una honda serenidad, fruto de una vida llena de experiencias y conocimiento acumulado. Él mismo me decía, con algo de humor, que los hombres de pelo largo, bigote y barba eran considerados hombres de sabiduría en la antigüedad.
Hacía mucho frío en Sapa. La niebla se deslizaba perezosamente al amanecer y no se veía nada. Bajábamos al mercado donde los indígenas se reunían para vender e interactuar con los turistas. Ataviados con sus trajes, los niños y mujeres se acercaban a ofrecer visitas a sus aldeas y poblados. Numerosas etnias se extendían por las escarpadas montañas cubiertas. Sus pueblos estaban sumergidos entre verdes valles, bosques de bambú y bancales de arroz. En los inclinados terrados, los nativos siguen cosechando el arroz como sus ancestros. Era común cruzarse en el camino con los dao dao, que vestían su tradicional sombrero rojo y vistosas borlas con monedas plateadas; con los hmong, ataviados con tonos oscuros y mangas coloridas, y con los thais, cuyo sarong azul llegaba hasta las rodillas. Para pasar la Nochevieja, en Sapa, compramos una botella de vino y celebramos juntos Babajicarlos y yo. Escuchamos a Paco de Lucía y Camarón de la Isla y también compartimos aquella copa con nuestro amigo, el señor Hilbert, un pequeño ratoncito que corría por la habitación. Desperté lúcido y con fuerza como nunca. Me di una ducha caliente y salí a desayunar bajo la niebla de montaña, dejándome llevar por el aire del año que empezaba.