Los que han visitado una vez el cabo vuelven no se puede explicar porque quizás se quedaron presos de su encanto. Hasta entonces era el primer país de mi viaje y había comenzado rodeado de buena gente. Se acercaba el Año Nuevo. Juan y Gaby hicieron los ajustes para celebrar el fin de año en Cabo Polonio. Salimos de Montevideo al mediodía el 31 de diciembre en la camioneta de Gaby.
En el tramo que une los balnearios de la Paloma y Aguas Dulces en el kilómetro 264 de la ruta 10, Gaby giró su vehículo hacia la entrada del Cabo. Llegamos sobre las seis de la tarde y entrar con tiendas de campaña estaba prohibido por lo que decidimos dejar en la camioneta las cosas pesadas e irnos con lo que traíamos puesto, una mochila de mano y el saco de dormir para dejarse caer en cualquier lugar.
Desde allí se contrataba el transporte habilitado que atraviesa el área protegida. Eran camiones escalonados con asientos hasta la parte más alta y grandes llantas para una mejor tracción a la hora de atravesar el arenal. Disfrutamos la emoción de viajar en el camión la sensación de la brisa en la cara las dunas de arena que cambian de orientación según los vientos y una extensa playa debajo del profundo cielo azul. Al llegar nos encontramos con austeros ranchitos de madera desperdigados entre los médanos que parecían haber sido arrojados al azar desde el cielo. Allí encerrada por dos playas está Cabo Polonio un recóndito pueblito de pescadores y artesanos.
Nos dirigimos a Playa Sur donde encendimos la hoguera de año nuevo. No podía pedir más: aunque Mauricio y Anaís estaban en Montevideo Juan y Gaby algunos huéspedes del hostal y yo nos habíamos reunido aquel día para celebrar. Juan abrió una botella de champán que saltó al cielo mientras mirábamos los fuegos artificiales. La luna era testigo de aquella noche inolvidable y en medio de aquel furor entre risas Juan y yo nos separamos del grupo caminando con linterna en mano hacia la orilla de la playa Norte. El cielo estaba estrellado y la luz de la luna que se reflejaba en el mar hacía un camino a las profundidades. Descalzos chapoteando de puntillas como niños nos lanzamos al agua. Sostuve mi muleta con las dos manos mirando hacia el cielo y grité emocionado a los cuatro vientos. Mirando los astros presagie que nuestra amistad duraría por siempre. Entonces brindamos por el año nuevo y nos dimos un fraternal abrazo.
FELIZ AÑO NUEVO 2010
LUNA AZUL
Segunda luna llena que se da en un mismo mes del calendario. Lo más común es que los meses solo tengan una luna llena porque el ciclo es de 29,5 días, algunas veces existen dos lunas llenas en el mismo mes algo que ocurra cada dos años y medio. Aun así un evento así en Diciembre es raro, la última noche año nuevo (luna azul) fue hace 20 años en 1990 entonces lo vivimos en 2010 y no volverá a ocurrir hasta 2028.
Este apodo especial no tiene nada que ver con el color real de la luna no hay que esperar un brillo azulado en el satélite de nuestro planeta. Simplemente es un apodo a la coincidencia de dos lunas llenas en el mismo mes.
AÑO NUEVO
Decidimos ir a pasar el día a Valizas un pequeño lugar a unos 20 minutos en el departamento de Rocha. Un lugar tranquilo rodeado de dunas de gran altura donde encontramos una pequeña plaza y una feria artesanal característica del lugar, donde venden su artesanía iluminado los puestos con velas algún que otro restaurante para comer y dos boliches o bares para pasar la noche. A Valizas también se puede llegar atravesando las dunas desde Cabo Polonio que es un paseo totalmente recomendado para los más aventureros.
Cuando la dictadura algunas personas se escapaban a este pequeño rincón a olvidarse de los problemas y pasaban sus horas en tranquilidad fumando marihuana . Así se mantiene con ese toque de pasividad donde permanece la gente en sus casas y ranchos a la luz de la hoguera tocando la guitarra y fumando hierba, y otra cosa es ir después uno va a bailar un rato la música que se preste. Al lado de la estación del ómnibus a unas cuadras nos instalamos nosotros en un pequeño camping mas bien una casa que utiliza su pequeña parcela para dejar instalar las carpas.