En el departamento de rocha nos detuvimos en la pedrera y la paloma donde había extensas y tranquilas playas, senderos para caminar y lagunas. Estábamos buscando algo para comer y sobre el cielo de la mañana volaban las aves para después posarse en las rocas hacia donde se escuchaba romper el agua picada. Mientras mirabamos la espuma blanca del agua a lo lejos vimos como una mujer se acercaba hacia nosotros con sus hijos.
No vemos siquiera el final de la laguna solo una playa salvaje como testigo a la otra orilla en este inhóspito lugar .
No hay vecinos y los cinco hermanitos juegan entre ellos en la laguna.