Todos en el cabo conocen a Marcelo que camina arriba y abajo todos los días recogiendo veraneantes para alquilar los ranchos. Marcelo dice tener los mejores ranchos y las mejores vistas en primera linea de playa. Se nos presentó Marcelo vestido en bermudas sin camiseta sandalias de goma y una gorra de marinero, de su cuello colgaban varias llaves que eran de los alojamientos que tenía disponibles. Whata a shity live era el cartel que señalaba la entrada a nuestro curioso ranchito de madera
¿Tendremos agua caliente ? ¿Será salada o dulce ? ¿No hay sábanas y tampoco electricidad ?
Estas y otras cuestiones se plantea uno cuando llega al Cabo Polonio .
What a Shity Life es una curisosa casita azul en el Cabo Polonio pero muy básico todo como la mayoría de ranchos que hay en el cabo donde tuvimos que adaptarnos a las necesidades .
Mariajose enseguida aprendió a sacar agua del pozo y no llevaba muy bien lo de la higiene pero también aprendió a abrir y cerrar la ducha. Teníamos un tendal natural para secar la ropa y para poder tener algo de luz compramos unas velas .
En nuestra suite del segundo piso salíamos por la ventana al balcón donde se veíamos los atardeceres, el sol pegaba fuertemente y la brisa era constante .
No hace falta internet porque aquí uno se olvida del mundo. Nada es un lujo en el Cabo pero tiene magia el lugar por eso es lo que es y el tipo de gente que viene es como es. Si fuera de otra manera el lugar no sería el mismo y las personas que vendrían serían diferentes. De noche solo Gira un faro son 12 segundos de oscuridad. La luz natural de la luna y su cielo estrellado fue la razón por la que llevé a Mariajose a conocer Cabo Polonio.