Y otra vez el destino me sorprendió , esta vez la historia comenzó cuando me encontré al primer jinete del apocalipsis que me iba acompañar en este viaje , un marroquí que una vez mas me demostró que el mundo no entiende de razas ni religiones , en el fondo había una buena persona que arrastraba una maleta con ruedas para acompañarme e incluso en algún momento para cuidarme en la ciudad del pecado .
Al llegar me di cuenta que las voces del pasado estaban ahí y sonaban con un acento gracioso , decían welcome , masajee….. , alargando la a constantemente , llevaba unas horas en el hotel con mi compañero marroquí del cual en realidad todavía no sabia nada , cuando de pronto apareció el segundo jinete del apocalipsis , lo escuche en recepción ,su acento al hablar ingles lo delato , le pregunte entonces de donde era y me respondió Gallego , no habíamos hablado apenas cuando me dijo , ese que esta ahí es mi colega , Gallego también , ahí estaba el tercer jinete del apocalipsis , rápidamente me di cuenta que yo era el 4 jinete , llegando a la conclusión que nos habíamos juntado los 4 jinetes Patayeros.
Salimos a reconocer el campo de Pattaya , al verlo a los 4 nos vino la misma imagen a la cabeza , éramos cuatro espartanos en la pattaya de las Termópilas contra el rey Jerjes y sus ninfómanas guerreras pattayeras .
El que diga que la ciudad del pecado es las Vegas es que no ha estado en el campo de Pattaya donde venden camisetas que ponen” los chicos buenos van al cielo y los chicos malos van a Pattaya”, y era cierto era la zona roja mas grande que jamas habían visto ni imaginado los 4 jinetes en ninguna de sus anteriores Pattayas , dejando la Pattaya del barrio rojo de Amsterdam como un punto rojo en un foleo en blanco , así de pequeño era comparado con la enorme zona roja en la que nos encontrábamos ., que no era una zona sino mas bien una ciudad entera en la que a cada trote los jinetes se encontraban tabernas al aire libre en las que entraban para descansar transformándose en cavernas de color rojo ,donde el ejercito de las guerreras ninfómanas se escondía bajo el traje de camareras inocentes , lanzando flechas envenenadas en la punta con una porción mágica , extremadamente sexual , lujuriosa y prácticamente irresistible , que simplemente rozándote era capaz de seducirte por completo , incluso doblegando a sus pies al mas noble caballero .
Así comenzó la Pattaya y los 4 jinetes se enfrentaron a su destino .