Hoy he despertado en mi nuevo hogar , con la incertidumbre de donde estoy , o que es lo que me rodea , con mi imaginación mas viva que nunca , el hombre cortador de cuellos o cabezas ha estirado su mano , no es tan feroz como parece , su fuerza y firmeza no es mas que una cualidad para sobrevivir en este lugar hostil , lo llamare el gran jefe “Bekem “ ese es su nombre guerrero .
Aki en las montañas donde vive escribo esta historia , antes que las hojas caduquen y el agua congele mis pensamientos debo perpetuar un pedazo de estas tierras tan hostiles como mágicas .
Bekem , Almawils ( Mama y Papa ) los que se comunicaban con señas , los que me señalaban como enemigo ahora me han adoptado , protegeré el fuerte y escuchare la llamada del lobo , hay mucho que hacer en estas tierras , mucho trabajo que realizar antes de que llegue el invierno .
No veo al gran Jefe Bekem , su hijo menor Shienser ( 12 años ) hace un gesto para que me levante , un camión espera afuera cargado de hierros , subo en la parte delantera , Shienser se echa atrás en la cama , son 2 horas y media o 3 las que llevamos atravesando montañas , entre caminos de piedra y senderos que parecen abismos interminables , naturaleza salvaje , sobresaltado por los baches y la dureza del camino , es una conducción dura , mas bien extrema , la maquina vieja aguanta pero día tras día se deteriora , son duros los trayectos y mucho el riesgo de romper pero se sobreponen , hay que llegar y se llega por mas imposible que parezca .
El camión se para un caballo y un jinete se acercan , es un verdadero nómada , un hombre que vive libre , hemos llegado a un descampado , hay dos Gers hay mismo al lado del río , un lugar perfecto para vivir , hace mucho frío Shienser y yo entramos en el Ger , la señora nos recibe como siempre te reciben los Mongoles con leche cabra calentita y productos caseros , el Ger esta muy bien decorado y colorido , es muy lindo .
Un ruso parece ser el jefe de obra , descargan el camión de hierros para la construcción de un nuevo puente , después regresamos de vuelta a casa , no hay prisa en Mongolia la vida transcurre despacio , el camionero va haciendo paradas por diferentes Gers , la primera es en casa del jinete Nómada , parece que ha dejado su traje de ermitaño y nos recibe con toda amabilidad , las casas Mongolas están abiertas y sirven de refugio , nadie deja a nadie afuera , es muy dura la vida por estas tierras , las temperaturas son extremas y las distancias remotas , una casa arropa a otra y así sucesivamente .
Ya es de noche , continuamos visitando Gers y familias , no hay mucha prisa , akí eso no existe , Shienser y yo esperamos dentro el camión , mas adelante otra parada de nuevo , esta vez parece de auxilio una familia acampa a sus anchas , viajan en viejas motos modelo chino y una camión donde llevan la casa acuestas , así sobreviven , así cruzan las estepas , así se trasladan , allí mismo en la noche recogemos parte de su mercancía y llevamos a los niños al pueblo , han debido tener una avería , el niño lleva un chándal roto , una sudadera llena de agujeros y un simple gorro de invierno , tirita de frío , pienso lo duro que es la vida para estas gentes , como podrán soportar el invierno y entiendo como el vodka a veces es la única fuente de calor o combustible .
Hemos llegado al fuerte , hoy ha sido un día hermoso , el camino ha sido toda una aventura y la belleza ha quedado reflejada en mis retinas para siempre .