VILNA
Vilna me recordaba a otras ciudades de la Europa occidental con muchas iglesias y edificios barrocos. aunque fácil de recorrer a pie. En sus terrazas a ambos lados de la calle se podía sentar uno a degustar un buen vino en sus vinotecas, o simplemente a leer un libro o tomar un café. Una ciudad tranquilla y fácil de recorrer a pie.
Entre las cosas que se pueden hacer el Vilna una de ellas es pasear por el centro histórico debido a su pequeño tamaño. Es una ciudad medieval bien conservada que se puede visitar bien en una estancia corta. Puede uno tomarse algo en la plaza del ayuntamiento donde llaman la atención sus edificios clásicos. Visitar la iglesia rosada de San Casimiro, la primera iglesia barroca en Vilna, construida en 1618 y la iglesia de Santa Ana con su fachada gótica de ladrillo rojo. Conocer la preciosa catedral neoclásica de Vilna con su torre independiente del edificio principal y relajarse en su encantadora plaza. Pasear por la avenida Gedimias y sus comercios. Disfrutar las vistas desde la Torre de Gedimias donde se puede llegar a pie o en teleférico. Visitar el museo de las victimas del genocidio ubicado en la antigua sede la Gestapo durante la ocupación Nazi de Lituania en 1941. En donde sucedieron episodios terribles que si bien la memoria no puede reparar los hechos son difíciles de asimilar. Torturas, ejecuciones y un infierno para aquellos opositores del regimen.