Banda Aceh no es famosa precisamente por el nombre de una banda de rock, fue una mañana de diciembre del 2004 cuando un seísmo hizo temblar la tierra en la profundidad del océano índico cerca de las costas de Banda Aech en Indonesia, mientra tanto en las paradisíacas costas de Tailandia, India, Sri lanka y Sureste Asiático se iniciaba una nueva jornada de sol y playa. Muchas personas que estaban allí ni siquiera imaginaban lo que en unas horas iba a suceder, una cadena de maremotos de máximo nivel 9 en la escala Richter borro todas estas costas idílicas que quedaron sumergidas entre lodo, agua y cadáveres
Donde se originó todo y los primeros en sentir la fuerza de esta sucesión de Tsunamis fueron estos habitantes de Banda Aceh, olas de una fuerza inusitada barrieron todo lo encontraron a su paso, casas, barcos, calles, vías y por supuesto personas, semanas después la cifra de cadáveres superaba las 100.000 personas aki en la localidad donde me encuentro, los cuerpos se enterraban en fosas comunes por temor a plagas y enfermedades, en una palabra la ciudad fue arrasada completamente y la onda expansiva llegó horas después a las costas de Andaman y Tailandia aceptando a miles de turistas que se encontraban en vacaciones de complejos hoteleros de lujo y residenciales. Estos lugares fueron los que más bombo recibieron al tratarse de las zonas turísticas donde se encontraban los occidentales, pero fue aki en esta localidad Banda Aceh donde la catástrofe no tuvo parangón, donde las olas asesinas se trasladaron a velocidades nunca vistas hacia el sureste asiático y donde estoy ahora escribiendo .
Un Tsunami que no solo trajo muerte sino que también contribuyó a la paz, las fuerzas rebeldes del Gam y el gobierno de Yakarta firmaron la paz y bajaron las armas para contribuir juntos por el futuro de la población tras la catástrofe .
Han pasado ya 8 años del aquel fatídico día , 240.000 personas es la cifra que veo de fallecidos en el Museo del Tsunami un enorme edificio de 4 plantas paredes largas y curvas que se ha construido como recordatorio a la mayor catástrofe que se recuerda de los desastres naturales en la historia del lugar. Algunas salas están cerradas pero me bastó con visualizar la de videos donde proyectan imágenes reales e inéditas de lo sucedido, no era la película lo Imposible de J.A.Ballona sobre el Tsunami sino imágenes reales de las olas terroríficas arrasando las calles donde se podía ver a los niños y familias atrapados, elefantes tirando de coches y salvando vidas, gente encima los tejados horrorizados. Toda la sala permanecía oscura y en silencio, podía escuchar los soyozos de la gente, fueron unos minutos realmente duros. Después continúe visitando algunos lugares que son ahora reclamo turístico, un carguero tierra adentro a más de 2 km de la costa, un barco pesquero colgado en el tejado de una casa.
PULAU WE
Viajar por estas islas no turísticas es un deleite para el viajero en busca de aventuras, el contacto con la naturaleza es máximo y la sensación de libertad es total. Así llegué a la playa de Ipoh, una pequeñita playa perdida en el corazón de la isla donde hay bungalow básicos y alguna escuela de buceo, no conocía este lugar pero parece ser que he encontrado otros de los paraísos del mundo para el buceo.
Uno caminando por la isla puede llegar hasta el final donde esta marcado como km o.
Nicolás es un instructor de buceo hace ya mucho tiempo 5 años que se fue de España a Tailandia dejando atrás su vida totalmente profesional. Yo podía entender perfectamente lo que me decía en su casa que estaba situada arriba en lo alto de la colina desde donde divisaba todo el océano. Era un recodo de paz donde Nicolás me contaba la idea de quitar las maderas frontales que cerraban su balcón para mejorar las vistas al mar.
Tenía Nicolas dos gatitos recién nacidos que alimentar que se llamaban Pankeke ( comida ) y Bintang ( estrella ). Entre tarde y tarde entre que no quería la cosa se hilvanaba los primeros mimbres de un bonito proyecto, ya estaba en marcha para abrir su propia escuela de buceo, su hermano gemelo llegaría de España tras perder el trabajo, todo el engranaje empezaba a funcionar en este pequeño paraíso perdido.
En la isla de Pulau We las noches no son más especiales que el sonido del agua, la casa es verde como el color del mar (Grenn House ) la música que suena por el altavoz del ordenador en las noches es relajante como el sonido de la selva, las noches son sosegadas y el dia es para sentir la gravedad bajo las profundidades.