Pondicherry era uno de los puertos comerciales de la india francesa en la época colonial, todavía por aquí algunos indios son franceses, hay aquí algunas familias criollas de aquella época que han crecido generación tras generación, catedrales y arbolados bulevares. El casco antiguo está compuesto por calles pequeñas, todas ellas bohemias con edificios ruinosos estilo francés, bellas y antiguas moradas en medio de jardines, con grandes techos y ventanas de rejas llenas de enredaderas y un color tenue iluminado por los faroles, galerías de arte entre muros coloniales, tiendas de artesanía y luminiscencia francesa.
La promenade, un paseo marítimo de 1,5 km, lleno este de pequeños puestos de comida para estar en familia y encontrarse con amigos, y de nuevo me pregunto si estoy en India, pues es un lugar peatonal que está digamos limpio, y no hay coches ni claxon timbrando en el oído, veo a la gente paseando a sus perros, haciendo deporte, andando en bicicleta y como se detienen en los bancos, mirando la orilla del mar, saboreando un helado.
AUROVILLE
Desde Pondicherry se puede llegar hasta Auroville,, situada 10 km al norte. Auroville refiere al místico Hindú Sr Aurobindo, como ciudad de la auror, en francés ya que fue colonia francesa durante siglos, la ciudad ha sido fundada por Mirra Alfassa, más conocida como la Madre, quien fuera discípula de Aurobindo, el motivo para la creación ha sido construir un lugar en una vida comunitaria internacional donde hombres y mujeres aprendan a vivir en paz y armonía, más allá de todas las creencias, opiniones políticas o nacionalidades. Alfassa ha dicho debe existir sobre la tierra un hogar inalienable, un lugar que no pertenezca a ninguna nación, un sitio en donde todos los seres de buena voluntad, sinceros en sus aspiraciones puedan vivir libremente como ciudadanos del mundo. La Unesco tomó la resolución de aceptar este proyecto único, para ser un ciudadano Auroville se debe pasar un periodo de prueba de al menos un año, en Auroville el dinero no rige como principio de base, los valores educacionales se basan en tres principios, mental, espiritual y físico. Auroville no pertenece a nadie sino a la humanidad.
Paseando por Auroville puede ver personajes muy curiosos que pertenecen a este atribulado mundo, hay una bola gigante que es el centro ceremonial pero que no es fácil visitar debido a los horarios ya que hay que reservar con antelación, se puede visionar unos vídeos que te explican la vía láctea, el universo de Auroville, pasean por el complejo en medio del bosque y cuidados jardines con sus motos y bicicletas todos ellos vestidos de hippies Europeos, aislados del mundo exterior, sumergidos en la galaxia Auroviliana .
El Matrimandir es el centro de la vida, un edificio esférico de importancia espiritual para Auroville denominado como el núcleo, el lugar de la Madre. Se trata de una gigantesca sala de meditación revestida en el interior con muros de mármol blanco donde se alberga una gran esfera de cristal de 70 centímetros de diámetro. El lugar está iluminado por los rayos del sol mediante un sistema de espejos dispuestos en el techo que golpean directamente a la esfera generando una atmósfera especial donde la luz varía de intensidad dependiendo de las condiciones ambientales. En su exterior el Matrimandir es un gran domo color Dorado de unos 30 metros que es la fuerza central de Auroville, en su interior se reúnen para la meditación, para captar la energía símbolo de una nueva conciencia que intenta manifestarse. Tiene un significado espiritual para aquellos que practican el yoga integral de Sri Aurobindo, pero no pertenece a ningún tipo de religión o secta en particular. Tardó 37 años en construirse.