Mi hostel en Miami se encontraba en la zona de South Beach la parte sur de Miami Beach a dos calles de la playa con sus bares y restaurantes en la parte de Ocean Drive, donde también se ubica el Art Deco distrito de hoteles y edificios construido en los años 20 y 40 con tonos pasteles y coloridos .
Un City Tour está bien si no dispones de mucho tiempo para hacerte una rápida idea de Miami Little Havana, Downtown, Coral Gables, Coconut Gouve y la Bahía Vizcaya Key en barco.
Little Havana es el barrio de los cubanos donde la música está siempre presente. Es allí por las calles de la pequeña Cuba donde un gran número de emigrantes cubanos se sientan a charlar en los bancos y juegan al dominó mientras se fuman tranquilamente un Puro Habano.
En Coral Gables un barrio de lujo en Miami me llamó la atención uno de los hoteles más emblemáticos de Miami el «Hotel Biltmore» porque su torre principal de entrada es una réplica de la Giralda de Sevilla.
En el tour por la bahía podéis ver todas las mansiones de los famosos a la par que te van poniendo música. La que más me gustó de todas fue la casa donde se rodó la mítica película de Al Pacino «Scarface» y también la de Shakira porque nos levanto el animo a todos los que hacíamos el Tour cuando comenzó a sonar el Waka Waka.
En mi periplo por Estados Unidos perdí toda comunicación con Vera ya que no tenía móvil y la computadora no me funcionaba. Salí a comprar una el día de Acción de Gracias porque en esa fecha los precios bajan y podía hacerme con un ordenador por tan solo cincuenta dólares. Yo me preguntaba quién estaría allí a las 5:00 a.m pero después de dos horas y más de tres transbordos de autobuses viajando en la noche llegué cuando amanecía al centro comercial. La alegría duró poco porque miles de personas ya estaban andando por los pasillos cuando llegué y todos los productos agotados por lo cual me fuí con las manos vacías. En el parking que estaba lleno vehículos cargaban los maleteros de sus carros y se iban después con la compra hecha. Yo estaba allí solo frustrado y esperando otro bus para regresar al hostel cuando me invadió una sensación de vacío e impotencia al sentirme como un vagabundo en Miami corriendo por una mísera computadora. Empecé a llorar de rabia ante este consumismo y capitalismo salvaje de vivir demostrando poder y estatus a lo grande. Pensé entonces en mi vida anterior y en todo el dinero que había derrochado. Entonces me dije » Acaso tu vida no es mejor que la de estos gringos» de ese modo saqué del bolso los cincuenta dólares que llevaba para comprar el ordenador y los utilicé para regresar en taxi.

El día siguiente fue diferente pero mi cabeza daba vueltas pensando en Vera. No podía quitármela de la cabeza. ¿Cuánto más podía alargar el sufrimiento de la distancia? Finalmente encontré un Ciber-Café y llamé a Vera por teléfono sin embargo ella no hablaba como siempre aunque tenía esa expresión dulce y alegre noté algo raro en su voz, un comportamiento más serio como si estuviese con alguien en aquel momento. Estaba claro que nuestra relación se había enfriado ya que nuestra historia había sido solo una aventura sin formalizar un compromiso «Qué derecho tenía a pedirle explicaciones» Lógicamente no le iba a preguntar qué hacía en mi ausencia ni tampoco ella a mí. Tenía que sacarme a Vera del corazón pues estaba sufriendo y era débil en el amor y los sentimientos. Apegarme a una persona había abierto mi lado tierno y no sabía qué hacer pero tenía que solucionar aquello de alguna manera por lo que le mande un correo electrónico diciéndole que tal vez iría a visitarla a Brasil » Está bien querido como tú quieras pero de amigos” fue lo que Vera me contestó. Estaba claro que ya tenía otra relación aunque no lo confirmó ella no era ese tipo de mujer para andar con dobles vueltas. Le conté mi historia a una pareja argentina y le pedí su opinión; El chico me dijo que si regresaba la tendría ya que a las mujeres hay que pelearlas y añadió que en cuanto me viera todo volvería a ser como antes. La chica por el contrario me dijo que yo no sabía lo que quería en mi vida alegando que no estaba preparado para afrontar una relación seria porque debía madurar primero.
—Uno no tiene que terminar sus sueños por amor —Me dijo —El amor y los sueños son compatibles y no tienen por qué separarse. Primero ambos tienen que estar enamorados para después estar equilibrados en cuerpo mente y alma. Segundo saber que esa es la mujer con quien quieres pasar el resto de tu vida para amarla por encima de todas las cosas entonces no habrá barrera ni distancia que rompa ese verdadero amor.
El asunto es que yo todavía no estaba equilibrado en cuerpo mente o alma. Ese crecimiento interior estaba a años luz de mi alcance por lo cual el amor estaba lejos. ¿Qué me pasaba entonces? ¿Estaba realmente enamorado de Vera?
Fui al aeropuerto de Miami a preguntar por vuelos hacia Asia.
—¿Tiene un tiquete hacia cualquier lugar del continente asiático? Donde tengas el vuelo más barato —pregunté.
—¿A Filipinas le parece bien? Mejor precio no va a encontrar: 1200 dólares.
—Ok. ¿Y cuánto cuesta un vuelo a Brasil?
—¿Quiere ir a Asia o a Brasil?
—Pues no lo sé.
—Por favor hay gente esperando siéntese y piénselo bien. Después me dice –Protestó el joven.
Al cabo de un rato volví.
—Creo que me iré a las Filipinas.
—Ok. ¿Le doy el billete para qué fecha?
—Bueno no sé ¡Espera, espera! Lo pensaré.
—¿Qué le pasa? ¿Cuál es su problema?
—Pues estoy dando la vuelta al mundo y no sé si seguir o regresar a Brasil porque tengo que solucionar cosas.
El hombre cambió la cara y cambió el tono:
—¿Dejaste una chica en Brasil?
—Sí, así es —le respondí.
—Está dando la vuelta al mundo y se lo piensa. ¿Quién tuviera la oportunidad de dar la Vuelta al Mundo? Chicas hay montones piénselo tranquilamente y tómese su tiempo. Efectivamente me tomé mi tiempo ya que no pude sacar el boleto aquel día. Regresé al día siguiente con la misma historia y tampoco sabía qué hacer. Volvía todos los días al aeropuerto y me iba sin saber qué hacer pues Vera no salía de mi cabeza. En el aeropuerto ya conocían mi historia y se hacían apuestas entre las diferentes compañías que esperaban mi decisión. Los hombres apostaban a favor del viaje y las mujeres a favor del amor. Fue una historia conmovedora pero me convertí en la diversión del aeropuerto. Me sentaba todos los días como un tonto en una silla hasta que me decidí. No se trataba de amor sino de afrontar la vida puesto que debía madura y dar un paso más adelante para poder subir otro pequeño escalón. Tenía que regresar y sacar mis miedos para realmente amar a alguien. Aquella barrera se tenía que romper pues era como fantasmas que me perseguían y una vez liberado de aquel peso de aquella maldición mi camino seguiría al frente.