En el trayecto desde Lanzhou a Xian, seducido por los territorios de la antigua Ruta de la Seda, que iba dejando atrás, percibía una honda sutileza alrededor. De repente, todo había cambiado. Xian no se parecía a las anteriores ciudades. Era verdaderamente majestuosa. Estaba rodeada por una muralla con torres y puertas que la resguardaban y tenía una infraestructura milenaria: la Gran Pagoda del Ganso Salvaje, la Gran Mezquita, la torre de la campana. Los albergues parecían palacios imperiales. Había dado un salto en el tiempo. Después de una semana difícil, había llegado a otro mundo. El aire embriagaba mis sentidos. Aunque la vida en Xian era bella, seductora, la necesidad me obligaba a seguir.
Xian una de las ciudades más carismáticas y famosas de china punto de partida de la antigua ruta de la seda centro político de china durante los siglos de máximo esplendor y capital imperial durante 12 dinastías. Es una ciudad con algunas de las mejores universidades del país, puntera tecnológicamente y que a pesar de los cambios que ha sufrido como todas las ciudades chinas ha sabido ir asimilándolos sin perder su estilo característico.
Si alguien visita Xian es indudable que todo el mundo quiere visitar los legendarios guerreros de terracota. Fue descubierto en 1974 cerca de Xian, forman parte del mausoleo del Emperador Quin Sh Huang, consta de más de 7000 figuras de guerreros de terracota en tamaño real, caballos y hasta carros de guerra hechos con arcilla y tierra.
Cuando fue descubierto el ejército estaba dispuesto en una formación completa de batalla, incluía arqueros arrodillados, infantería, caballos, todo un verdadero ejército, no se podía creer que cada una de las 7000 figuras fuera completamente distinta a todas las demás, con bigotes, peinados, rasgos de diferentes etnias y hasta marcadas diferencias de edad.
Qui Sh Huang murió tranquilo después de asegurarse de que sus amigos los 7000 guerreros de terracota le defenderían en su lecho de muerte.