Kangding
El primer contacto fue en la ciudad de Kangding puerta de entrada al mundo Tibetano , 10 horas de viaje desde Chengdu , para recorrer los poco más de 300 km , la carretera comienza en autopista para luego ir transformándose , las gargantas del Rio bordean la carretera haciendo unos paisajes como todo en la China grandioso , al llegar a la estación la gente te ofrece alojamiento sin variar el estilo Asiático , Kagding es una ciudad incrustada entre montañas , es un punto importante de conexiones entre la China y el Tíbet pero aún dista mucho de lo que son las ciudades Tibetanas , aun así uno empieza a notar el ambiente .
El rio atraviesa la ciudad por el centro con puentes que cruzan de un lado a otro , a sus lados las calles de la ciudad transcurren paralelas , todo ello iluminado con edificios estilo Tibetano , luces de Neón y colores , estilo Chino , Tibetano , muy curiosa esta ciudad que sirve de aclimatación para la altura .
La gente rodea las hogueras en las calles , cualquier bidón o lata se utiliza como hoguera abriendo un hueco por la parte de abajo , la gente se sienta alrededor de las hogueras para calentarse , charlar o tomar unas cervezas , el frio pega muy fuerte y me espera una larga travesía .
Sobre las 7 tarde en la plaza central empieza a sonar una música , la gente acude para reunirse todos en corro y bailar , a decir verdad estoy emocionado la ciudad me ha recibido con música , es la antesala a un nuevo Mundo
Fue precisamente al lado la estación donde me hospede en un hostal para ir planificando mi viaje cuando conocí a otros compañeros chinos .
Entre todos negociamos una furgoneta para visitar Tagon el primer pueblo Tibetano , perfecto no es fácil llegar a estos lugares solo , los horarios , carreteras y autobuses nunca están seguros .
Tagon
China tiene su propia leyenda , su propio far west o lejano oeste , un lugar que inspira recelo al tiempo que inspira ansias de aventura y libertad , para conocerlo hay que poner rumbo más allá de las costas donde emergen las grandes urbes o ciudades , escapar del corazón de la civilización china que se baña sobre las cuencas del Yangtsé y los campos de arroz , allá en la lejanía donde hay menos gente , mas aire , mas colorido , más espacio a cada paso silencioso , allí es donde habitan los pueblos que los chinos llaman Tibetanos con los que siempre han tenido un profundo fervor o temor .
Uno de estos lugares de leyenda tiene su propio nombre Tagon , una aldea tibetana de la provincia de Sichuan .
A las 8,30 partimos con el desayuno en la bolsa , deliciosas bolitas de carne calentitas recién echas típicas de China , los picos nevados abrían paso la temperatura era – 5 grados centígrados , el frio cortaba pero esta vez tenía mi equipo , el invierno enseñaba sus dientes por estas tierras a 4000 metros de altura , a la media hora el sol salió abriendo el camino hacia el pueblo de Tagon , hay un mirador en el camino donde paramos , las banderas de colores Tibetanas se esparcen a lo largo de este santuario , picos de más de 5000 ,7000 metros se ven como fondo , los paisajes me recuerdan a la región Altay de Mongolia , la carretera esta asfaltada de momento y el firmamento hay que verlo para nunca olvidarlo .
2 muros de hormigón prohíben el paso para grandes vehículos , el espacio y la carretera es solo para furgonetas o coches , grandes verjas de metal soportan las piedras a los bordes de la carretera como protección a los derrumbamientos , cruzamos villas Tibetanas , casitas de piedra con palos y banderas con símbolos de colores alrededor de las casas , techos en forma de pico que hacen que los demonios se vayan y no entren en las casas ventanas y puertas con marcos pintados de colores muy vivos y rejas con figuras de animales .
Un aeropuerto en medio de la nada a 4000 metros de altura , he visto aeropuertos en el Mundo pero si me preguntan qué aeropuerto me ha gustado más os diré que no he visto un aeropuerto nunca con tanta belleza como este , los grandes y modernos aeropuertos del mundo no desvían mi atención , pero este al l lado de las montañas tibetanas si , nos ha hecho detener el vehículo , perdido en lo más alto de las montañas , la pista aparece en medio de la nada como si de un alunizaje se tratase , la carretera pasa por el medio de los palos de señal de orientación de entrada a la pista , puedes verlos sobre tu cabeza a 15,20 metros por lo que si tienes la suerte a coincidir con la llegada de un avión parecerá que lo puedes tocar , podrías hasta tirar una piedra al avión , todo esta tan desolado que no ves nada ni nadie sobre la pista , el edificio es pequeño diminuto comparado con las montañas que lo rodean .
Hemos llegado a Tagon una ciudad o pueblo donde todavía no ha llegado a asfaltarse las calles , tampoco se han visto alterados de su modo de vida , una calle digamos , una plaza y un monasterio componen el pueblo de Tagon , a decir verdad es lo más parecido al lejano oeste , no van a caballo sino en moto , motos de marca Tibetana Honda , Suzuki , Yamaha , no hay licencia conducir ni han acudido a clases para ello , no llevan cascos en la moto sino sombreros grandes y anchos al más puro estilo John Whayne , Clint Eastwood o Gary Cooper en solo ante el peligro , calzan botas de cuero sin espuelas , gafas de sol y van tapados con pañuelos como forajidos , llevan enormes chaquetones con mangas alargadas , los brazos son 2 veces los propios brazos que cuelgan hasta el mismísimo suelo , todo ello para protegerse del frio , un auténtico pueblo tibetano que le transportara a la época del Oeste .
A la entrada del monasterio un monje nos invita a pasar , no hace falta que nos descalcemos , los devotos dan vueltas alrededor de este mismo en círculo y haciendo girar unas ruedas mientras van orando .
El fervor religioso atrapa con la música tibetana que invade la atmosfera , al salir del pueblo se puede ver como un camino de peregrinación , hay una enorme zona rocosa con el rio helado , todas las rocas están pintadas en blanco y colores , las familias se colocan y rezan alrededor con las motos aparcadas , las rocas representan símbolos diferentes de la religión budista , por la carretera veras peregrinos continuamente pero no peregrinos cualquiera , van postrándose por medio la carretera como si estuviesen nadando , la primera vez que lo vi pensé que estaban jugando , se levantan , se arrodillan , se tiran al suelo , se echan y se levantan de nuevo así sucesivamente , al suelo de nuevo , de nuevo en pie , al suelo de nuevo , de nuevo en pie , todo esto mientras van caminando o peregrinando por la carretera tras la inmensidad de las praderas de los alrededores donde pastan miles de Yak , tibetanos seminomadas que van trasladando las yurtas donde se cobijan buscando los prados fértiles para el ganado , los rebaños de Yak forman parte también de estas tierras , el aire es puro y te penetra por los pulmones , verdaderamente estoy en territorio Tibetano , hoy ha sido un día fantástico regresamos con la jornada completa , descansare y partiré de nuevo .