Fenghuangn
Fenghuang es una ciudad antigua rodeada de una muralla con sus torres de vigilancia, pertenece a la etnia Miao y dicen que una de las ciudades antiguas más bellas de China, difícil decir cuál es la ciudad más bella de China.
Está emplazada en torno a un rio que fluye por el centro , a los lados están las casas antiguas de madera colgadas sobre el agua y unos puentes cruzan de un lado a otro por el medio con sus bancos o piedras de madera donde uno puede atravesar el río en un caminito estrecho , si te cruzas con otra persona hay que tener cuidado no caer al agua por su estrechez por lo cual estamos ante una típica imagen de postal con el paisaje de montaña de fondo, y las mujeres lavando la ropa en sus aguas doradas con el sol de poniente. Es una gran muralla la que rodea el río situando las viviendas por adentro y entre sus calles y callejuelas enlosadas todo se llena de vida donde también se puede comprar souvenirs y artesanía.
De noche se ilumina todo con luces de Neón dándole un color rojizo que se refleja sobre el agua, tal vez sería más bonita si no fuese por la agitada vida nocturna que goza esta ciudad llena de luces de Neón para la fiesta, montones de locales y discotecas para asegurar la diversión nocturna, demasiado para este bello lugar, así es la china, una mezcla de lo milenario con lo comercial, esta ciudad es visitada por el turismo Chino.
La aldea de Dehang
Después de abandonar los muros de la ciudad de Fenghuang me dirigí a visitar la aldea de Dehang, primero tome el autobús hasta Jishou y entre el bullicio de la gente conseguí que me entendiesen para montar en una furgoneta hasta la aldea de Dehang.
Al llegar hay que pagar una entrada esto pasa en casi todas las aldeas de China, esta fue la primera aldea que visite en China donde casi no había gente por lo cual disfruta de su paz y tranquilidad. En el centro de la plaza había un gran teatro para actuaciones de danzas a los turistas pero en aquellas fechas estaba cerrado. Me hospede en una de las casas de la aldea y había gente ofreciéndome mercancías, agricultores y mujeres Miao con sus vestidos coloridos y trajes llevaban colgando los típicos canastos de mimbre e iban y venían de recoger leña para el fuego. Una anciana me invitó a sentarme alrededor de su hoguera donde cene comida local en mi cuenco de arroz y con los palillos chinos. Estaba con suerte de visitar estas aldeas fuera de temporada cuando la vida transcurre con lentitud en una China más rural y tradicional.