Mi mala fortuna en el casino de Macao fue la culpable y la causa de mi huida de Hong Kong donde salí tan rápido como pude herido por el fuego del dragón que había caído sobre mí sin tiempo para más lamentaciones. Se acercaba la navidad y el año nuevo por lo cual tenía que buscar un lugar donde reposar tras mis heridas en la batalla, un lugar alejado de los grandes edificios y luces del gran Dragón de la China, un lugar alejado de la vorágine del capitalismo salvaje, fue así como comencé mi viaje hacia las minorías étnicas de la China.
En la estación de Kowloon de Hong Kong el tren de cercanías le dejara en 30 minutos en la frontera de China concretamente en Shenzhen, la ciudad fronteriza que separa China de Hong-Kong , así salí tan rápido como escuche por megafonía la llegada de mi tren en la estación de Kowloon .
SHENZHEN
Shenzhen es la ciudad de la electrónica hordas de gente traspasa la frontera cada fin de semana desde Hong Kong para comprar desde imitaciones de bolsos a prendas de vestir y ropa de sastre, sobre todo para visitar su gran mercado de ordenadores, móviles y productos informáticos en lo que es un edificio de 8 plantas donde encontrará un sinfín de conglomerados de tiendas que nunca dejarán de sorprenderle y gangas en marcas chinas.
Dependiendo del día y la hora la frontera se convertirá en un hervidero de gente esperando las colas en los puestos de control de inmigración para el sellado de su pasaporte a no ser que sea un estudiante chino y pase la frontera sin esperar ya que sus documentos tienen un código de barras digital que les hace pasar sin que los miembros de la aduana sellen sus documentos, estos estudiantes viajan de Shenzhen a Hong Kong diariamente e incluso muchas personas viven en Shenzhen y van a trabajar a Hong Kong diariamente. Yo aquel día no tuve que esperar mucho para salir de Hong Kong mientras veía todo el manejo de tránsito y mercancías que se movía arriba y abajo en esta ciudad, y ya que aquel día tenía unas horas libres hasta la salida de mi autobús nocturno a Yangshuo me deleite paseando por la ciudad de Shenzhen.
Shenzhen es una ciudad digamos de prueba para implantar el método capitalista de su vecina Hong Kong que creció muy rápidamente tras imponer este sistema el gobierno china donde sus habitantes no deben tener mucha gracia, lo digo por aquel día presencie en la calle un concurso de niños con talento que intentaban coreografiar, cantar y bailar de la mejor manera posible para divertir a un público chino que ni siquiera aplaudía tras sus actuaciones. Me apene por aquellos niños que no recibían apenas aplausos a pesar del empeño de sus padres de convertirlos en estrellas del planeta China .
YANGSHUO
Tras viajar toda la noche llegue a la ciudad de Yangshuo una ciudad con mezcla exótica de vida local, mochileros y turistas occidentales.. Un bonito lugar donde se encuentra uno de los más increíbles paisajes de China, no estará su visita completa si no se da un paseo por los paisajes que rodean los ríos Yulong y Li .
Un montón de barcas arrimadas a la orilla esperan la llegada de algún viajero por estas fechas de Navidad, son pequeños barcos de bambú para 4 personas con asiento incluido que surcan el río y donde uno puede observar sus paisajes de rocas kársticas. Me subí a la lancha donde un hombre remaba de pie con un palo mientras nos dejábamos llevar por la corriente de las aguas sentado yo como un rey soberano en una silla con sombrilla observando unos paisajes de leyenda en China .
La pesca con cormorán es una práctica milenaria del pueblo Chino, en el río Li, a su paso por Guilin, todo un arte que consiste en soltar a los cormoranes en su recorrido en barca por el río cuando cree que por ahí hay peces, estos se zambullen y lo capturan, después el pescador acerca su remo para agarrar al ave y sacar de su boca el pez, esto es posible ya que antes ató una cuerda o cordel sobre el pescuezo del cormorán presionandolo y haciendo este más pequeño impidiendo así que el ave pueda tragar su alimento. Durante su trayecto en barca por el río hay paradas donde uno puede comer este pez recién pescado y salido a la parrilla mientras contempla los escenarios de China .
XINGPING
Al día siguiente me trasladare a la ciudad de Xingping para seguir explorando estos parajes , Xingping es un pueblo situado a las orillas del río Li , no quedaría su visita completa sin la visita al río Li , los márgenes del río son un espectáculo natural de formaciones calizas, montañas calcáreas o kársticas en la provincia de Guangxi, puede navegar por sus aguas a través de cruceros o barcas locales o puede explorarlos si tiene tiempo. Aquellos días yo alquile una bici y bordeé todo el río li , la recompensa es que puedes ver la china rural a tu aire , estos parajes son inspiración para poetas y artistas, sus picos Kársticos tienen nombres imaginativos de historias de hadas y cuentos con misticismo. Uno puede ver estas escenas de los agricultores locales en su vida rural mientras pedalea con la bicicleta, los campesinos con sus búfalos que pasean a la orilla del río. Estas formaciones Kársticas son tan hermosas que se aparecen en la serie de los billetes de 20 yuanes de la China, es la típica postal e imagen de la China, desde Xingping os deseo a todos una feliz Navidad .
Tome el autobús local desde Longshen que me acerco a los pies del pueblo de Longi, ascendí media hora con las vistas de los bancales de arroz y con la vida rural del pueblo fuera de temporada donde me encontré con una aldea tradicional.
Pingan- Huang Luo
Me traslade a visitar el pueblo de Pingan ambos se pueden conectar con un trekking por las montañas de unas horas pero yo preferí esperar el autobús por culpa de mi pierna, en el camino está la aldea de Huang Luo, una de las minorías étnicas de esta zona con ropas coloridas y sus famosas mujeres del pelo largo, solo se lo cortan una vez en su vida a los 16 años después lo dejaran crecer, son las mujeres o etnia con el pelo más largo del Mundo. lo llevan recogido por la cabeza y si quiere verlo o fotografiarlo deberá pagar, no he querido pagar y me he quedado con las ganas de ver el precioso cabello que se deja caer hasta los pies de estas mujeres, seguí mi camino y me baje en un puente que es el desvío para el poblado de Pingan, el autobús pasó pero su conductor no quiso parar después una furgoneta me recogió y por fin llegué al poblado de Pingan.
Las terrazas del espinazo del Dragón donde habitan las minorías étnicas Zhuang, Yao, Dong son llamadas así por que las terrazas parecen escamas en forma de escalones y las montañas su espina dorsal, el espinazo del dragón , una obra ingeniería de más de 700 años creada por la mano y el trabajo del hombre, su esfuerzo por cultivarlas, así fue cuando empezaron a dar formas a las montañas ideando este sistema de irrigación que permite inundarlas para el cultivo del arroz, es un duro trabajo donde la cosecha se recoge una vez al año.
ZHUANG
El pueblo de Zhuang por su cocina en Bambú donde podrá comer el delicioso pollo y arroz en bambú paseando por sus entramadas callejuelas. El tiempo transcurría despacio mientras se acerca el año nuevo. La montaña se divide en capas de agua sobre los arrozales donde se ilumina y brilla el sol en la primavera cambiando de colores verdes en verano, dorado y amarillo en otoño, blanco de nieve en invierno. Hay 2 mirados donde observar esta proeza y caminos de piedra entre las terrazas para llegar, el mirador 7 estrellas y la Luna, así es el poblado Zhuang con más de 600 años de antigüedad un entresijo de callejuelas entre las montañas y la espinazo el dragón.
PROVINCIA DE GUIZHOU
Cuando salí de Hong Kong mi intención no era otra que acercarme a las etnias minoritarias de la provincia de Guizhou la región más pobre del país y una de las menos visitadas por los turistas extranjeros allí conviven más de 30 minorías étnicas cada cual con sus tradiciones y costumbres, para adentrarme en este mundo primero llegue a la ciudad de Congjiang que sería mi punto de información. Una joven estudiante y su amigo viajaban conmigo en el bus, y al bajar, ya caída la noche, la chica me invitó a Guzhou, su aldea, movida por el deseo de ayudarme. Cogimos un taxi entre los tres y llegamos. Me instalé en una casa adyacente a la suya. Mi habitación estaba congelada: el frío entraba por todos lados y no podía dormir. Traté de acomodarme dentro de mi saco con todas las sábanas que tenía, pero hacía mucho frío. Prácticamente tuve que pasar la noche en vela.
Al día siguiente fuimos a su casa para conocer a sus padres, ellos me invitaron a comer todos los días que estuve en la aldea. La comida se servía en variedad de cuencos y platos diferentes. Los niños se agolpaban curioseando a través del cristal de la ventana mientras comíamos. Luego jugaba a perseguirlos. Los ancianos eran el tesoro de aquella aldea: todos los veneraban y respetaban. Por la tarde, la chica ayudaba a sus padres en la casa, que también funcionaba como restaurante, y cuando tenía tiempo disponible me enseñaba la aldea. Me contó cómo jugaba de pequeña en las Torres del Tambor y en el Puente de Lluvia y Viento. En las Torres del Tambor veía figuras, dragones, fogones ardiendo y ancianos sentados adentro jugando a las cartas, mientras que el Puente de Lluvia y Viento era un paso común por donde todos paseaban y que conservaba un fondo sagrado, la superficie del insondable y claro misterio de todas las vidas que por allí habían transitado. Por las calles, todas las mujeres se sentaban en pequeñitas sillas a charlar, alrededor del fuego, en las noches.
Tenía la suerte de encontrar un lugar apartado de las luces de neón. Yo esperaba poder sacar dinero del banco para quedarme unos días más, pero ningún cajero automático recibía mi tarjeta, así que tuve que dirigirme a la ciudad de Kaili para sacar dinero y continuar mi camino. Me despedí agradecido de la chica que se había mostrado tan noble y hospitalaria conmigo. Sin saberlo me había entregado el mayor tesoro: la antigua riqueza espiritual de su pueblo y de su alma generosa.
Nuevo mundo en la lejanía
Perdido y rescatado de nuevo
Pobres en recursos, ricos en alma
Despiertar escarchado
Desayuno en el hogar
Casa trabajo
3 torres del tambor puente de lluvia y viento
Fuerte y grande es mi perro
Los niños se van , un futuro construyo
Profesora de mi aldea
3 torres del tambor puente de lluvia y viento
Región pobre almas ricas
Una cena familiar
Sabios ancianos , venerados respetados
3 torres del tambor puente de lluvia y viento
Protectores del pueblo , bien recibido eres
Recuerda estas tierras y habla
El cielo es para ellos
Yo solo soy testigo
3 torres del tambor puente de lluvia y viento
La bondad es un don
Pertenece a quien la realiza
Todo lo que veo es desconocido
Los cristales son testigos
Las miradas y sonrisas verdaderas
3 torres del tambor puente de lluvia y viento
Así lo recuerdo
Jovencita pobre y rica en alma y vida
Que dios te bendiga
Te llevo en mi corazón.
Tras despedirme de la aldea, tomé un bus. Las carreteras estaban en construcción, los paisajes eran montañosos, con campos de arroz que lo invadían todo. Fueron seis horas de viaje hasta Kaili, mucho más de lo que había pensado. Saqué dinero y después busqué alojamiento. Finalmente, me hospedé en un hotel a buen precio, con una habitación bastante cómoda. Disfruté del lugar como un niño. No siempre podía encontrar algo así para mí solo.
Cuando me levanté por la mañana, las calles se habían teñido de blanco. El duro invierno había llegado y tenía que comprarme ropa. Me compré un anorak de invierno, hecho de algodón, que me arropaba muy bien. Entonces fui al mercado para comprar unos guantes y un pasamontaña. Oí caer mi bastón, pero estaba tan emocionado probándome el pasamontaña que tardé en agacharme para cogerlo. Cuando me agaché mi bastón había desaparecido y el dependiente señaló con la mano que un hombre se lo había llevado.
Me acerqué a una pequeña caseta donde había cinco o seis policías y les dije que me habían robado el bastón. Entonces llegó uno que hablaba algo de inglés y le expliqué que solo deseaba comprar otro. Uno de los guardias me llevó en el coche de policía a una tienda, en ella encontré un bastón clásico de empuñadura de madera, pero no tenía todo el dinero para pagarlo. El policía sacó lo que faltaba y pagó. Luego me acompañó hasta mi hotel, me pidió el pasaporte y me explicó que aquella zona no era para extranjeros, que era peligrosa y que tenía que irme. Le pedí unos días más porque quería pasar la Nochevieja y el Año Nuevo hablando con mi familia en el hotel. El guardia accedió. Todo estaba nevado y solo salía para hacer alguna compra o para comer.
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XIJIANG
Planeaba dirigirme a la aldea de Xijiang, pero no pude conseguir los boletos de bus debido al invierno. Aunque las rutas estaban cerradas por las nieves, encontré dos chicos que iban para allá y con quienes compartí un taxi. Xijiang yacía en medio de un valle, con el río atravesando la aldea y dividiéndola en dos partes. Las casas se apilaban armónicas una sobre otra en las laderas de las montañas. Abundaban los turistas. Para todo había que pagar.
Me encontré una ciudad llena de tiendas de souvenirs, restaurantes, peluquerías, pubs y posadas para los excursionistas. Estaban acostumbrados a convivir con esas curiosas avalanchas de extraños, en su mayoría chinos. Al fin y al cabo, la mayoría vivía del turismo. Permanecí allí algunos días, con el deseo de conocer la vida rural, aunque mi destino era Chongquing, una ciudad a cinco horas de Xijiang. Sin embargo, aún no vendían boletos debido al invierno.