Ya de regreso en Manaos caminaba un día gris y lluvioso por la ciudad. Después de la travesía por el río necesitaba descansar de mi etapa amazónica y eso me gustaba pues aquel no era lugar para muchas previsiones de ahí que un tiempo de descanso me diera al menos claridad para percibir mi situación presente. De camino al hotel empezaron a invadirme varios recuerdos de Vera y de nuestros días en Belén. Fue entonces que me llevé una verdadera sorpresa cuando al regresar al hostel revisé mi e mail y vi justamente un mensaje de Vera:
Querido, estoy volando a Manaos. ¿Cómo podemos encontrarnos? Soy la chica curitibana que conociste en Belén,
Vera