Finalmente llegamos a Santarém municipio brasileño del estado de Pará localizado en la confluencia del río Tapajós y Amazonas. Las aguas oscuras y azules se encuentran en este punto en un puerto fluvial de gran actividad comercial. Di un paseo por su malecón descansé de mi etapa amazónica bajé de la embarcación junto con el grupo de Skaters que también se bajaron y nos fuimos todos a conocer Alter Do Chao un pueblo a pocos kilómetros de Santarém. Adelmo y el grupo de skaters también me invitaron a compartir hotel con ellos para ver como patinaban haciendo peripecias por las calles.
Entre agosto y diciembre cuando las aguas del río Amazonas bajan con menos caudal surge un auténtico paraíso tropical escondido en el medio de la selva. Frente al pueblo emerge una franja de arena o pequeña península de aproximadamente un kilómetro de longitud bañada por el Río Tapajós y por la Laguna Verde. Cogí el kayak para remar en sus aguas y oxigenar mis pulmones para llegar a la franja de arena donde había cabañas que hacían de bares y restaurantes. Todos los márgenes del Tapajós se llenan de playas fluviales la mayoría vírgenes y el resto del año en la época de lluvias todo ese banco de arena desaparece para quedar sumergido bajo el agua.
Había visto en Brasil cantidad de playas increíbles pero nunca pensé que una playa de agua dulce en medio de la Amazonia pudiera encerrar igual o más belleza. Tan sólo estuve un par de días y regresé a Santarém. Adelmo y los skaters partieron en un vuelo hacia Manaos. Por mi parte el Amazonas me esperaba de nuevo. Allí en la orilla había otro barco que iba a partir.
Allí al lado sentados en la mesa donde se sentó el príncipe alberto de Inglaterra en una visita a este lugar encontré el bar de Mae natureza «Jorge Basi»donde pasé largas charlas con el dueño y sus amigos que estaban de visita. Pasear por este rinconcito mágico de la amazonia donde los autos aparcan con las ventanillas bajadas es sinónimo de tranquilidad y paz.
Desde Alter Do Chao Amazonia ( liri – liri )
25-4-2010 paz interior